El año emocional
La
vida no es continua, es nueva a cada paso, o en cada respiración como dicen los yoguis. Es posible que hayamos oído esta hermosa
afirmación otras veces, pero ¿realmente la hemos vivido? A través de la numerología del alma podemos experimentar este movimiento
en aspectos prácticos y concretos. Cada año tiene una nueva energía que se puede apreciar, a veces, de forma sutil y otras
drásticamente. La importancia del año emocional es que permite, año tras año, alinearse con ese movimiento relacionado con
el sentir a todos los niveles.
Metafóricamente, podríamos decir que la energía del año emocional es cómo un viento
que sopla en una dirección determinada cada año. Alinearse es poner la vela en la dirección del viento. Un error que solemos
cometer a menudo, es querer avanzar en línea recta, sople el viento de donde sople. El único problema de las líneas rectas
es que no existen. Bien, sí existen, pero sólo en la mente, cuando pensamos que la recta es el camino más corto entre A y
B.
Claro, eso es lo que nos dijeron y suena tan lógico que nos lo creímos, aunque no era verdad: una línea recta es
un producto de la lógica y la vida no la sigue. Las únicas rectas que conocemos son las creadas por el hombre; en el Universo
nada se mueve en línea recta, ni los planetas, ni las estrellas, ni su luz, ni el viento, ni los árboles, ni las partículas
más diminutas... nada; Intentar avanzar por la vida en línea recta no es lógico, es absurdo.
Esos cambios de dirección
no están en nuestras manos, no podemos modificarlos; lo que sí podemos hacer, que se convierte en todo, es alinearnos
con ellos. Si nos permitimos alinearnos, parece que tenemos suerte y que nuestra vida va sola o sin esfuerzo; es como estar
en una canoa y dejar que te lleve la corriente. Una forma práctica de alinearse es dejar de intentar remar en ninguna dirección,
simplemente dejarse llevar. Eso suena muy arriesgado porque uno resiste su propio camino.
Aunque el viento de la vida
puede soplar en distinta dirección instante a instante, el año emocional forma una gran corriente de aire que te lleva en
un sentido determinado y que puedes aprovechar. Cuando quieres alcanzar algo y parece que la vida sólo te pone inconvenientes,
está claro que está pasando algo que no estás escuchando, lo estás pasando por alto. Pararte a escuchar te va a ser muy útil,
pero ¿cómo se escucha de forma nueva? Lo que le da sentido a cualquier información es el contexto en el que está, y cuando
éste cambia, el sentido cambia también. El contexto del año emocional te va a dar un nuevo marco que te va a permitir redescubrir
esos acontecimientos con un sentido completamente diferente y apoyador.
Puedes tener la tentación de utilizar esta
información como una predicción, pero en realidad no lo es, porque en cualquier año puede ocurrir cualquier cosa. Si imaginamos
la vida como un flujo o como una corriente, podemos utilizar el año emocional como la previsión anual del aire que va a soplar.
No hay números ni años mejores que otros. Hay momentos en los que uno insiste en ir en una dirección y las cosas que
le ocurren van en la contraria. Cuando el viento empieza a soplar, si insistes en ir en su contra puedes tener algún contratiempo...
Siempre somos libres para elegir la dirección que queremos seguir y si escuchamos, si estamos atentos, todos los años
son "buenos".
El futuro está en tus manos, se crea en el presente.
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